jueves, 8 de abril de 2010

Los momentos gratos que se vuelven difíciles...

Han pasado varios meses en que la relación más importante que he tenido llegó a su fin. Entre tantas discusiones y malos entendidos, por fin nos decidimos y acordamos que sería lo mejor.
No me siento muy orgullosa de mi pasado y tal vez sea por lo mismo que me había convencido a mi misma que un cambio de actitud y "vida" no me vendría mal, ya que, siendo bien honesta, la de los errores (infidelidades) fui yo. Estaba trabajando en eso y sentía que iba por buen camino, cuando sin buscar nada a parte de una buena conversación, justamente porque necesitaba hablar de aquello, apareciste... Te hablé de mis sentimientos, de lo mal que aún me sentía por amar a alguien que se encuentra lejos, muy lejos de mi. Tú me hablaste un poco de la relación más importante que has tenido, que a diferencia de la mía duro un poco más y fue también diferente, dado que tuviste la experiencia de convivir. Sabes por lo menos lo que se siente despertar cada día al lado de la persona que se ama...
Fue la noche de un día martes cuando hablamos por primera vez, recuerdo que estuvimos hasta altas horas de la madruga hablando, y me sentí tan bien... hace tiempo deseaba conocer a alguien pero no con intensiones de nada, sino para sentir esa cosa tan rica que sentimos cuando por casualidad o simplemente por cosas de la vida conoces a gente que te agrada a la primera... Entré la noche del miércoles, tratando de convencerme que no entraba por tí sino por costumbre de revisar el correo o encontrarla a "ella"...
Jueves en la noche, te vi conectada, no recuerdo si yo ya estaba conectada o entré después de tí, lo único que recuerdo con exactitud es que moría de ganas por hablarte, hablamos y otra vez nos quedamos hasta tarde incluso más tarde que la vez anterior, ya casi terminando la conversación, preguntaste algo así como si acaso no me habías dado tu número de teléfono, la verdad es que no supe si fue una excusa para dármelo o te confundiste, la cuestión es que te dije que no y pregunte si querías dármelo, entre risas te propuse que nos lo diéramos al mismo tiempo, al final te propuse que yo te daría el primer número y luego tú, fue como un juego, uno de esos ingeniosos pero resultó. Te dije que me iría, te conté que estaba en casa de mi abuela... al salir quise llamar de inmediato pero no me atreví, caminé un poco y luego llamaste... mi corazón se aceleró e incluso me di cuenta que me puse un poco tartamuda, pero me sentía bien, contenta, me agrado tu voz. Me pediste que al llegar a casa te avisara, y yo muy obediente te escribí un mensaje y tu lo respondiste.
Estamos cerca de cumplir 2 meses, tiempo que no hemos parado de hablar, las cosas se han dado extrañamente muy rápido pero se siente muy bien, excepto por mis famosas salidas marcianas que tienen que ver casi siempre con "ella" mi ex, que justo cuando estaba empezando a mejorar, justo cuando ya creía que podía desprenderme de su recuerdo, aparece...
... Momentos difíciles son los que me hace pasar cada vez que hablamos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario